Cerré mis ojos y muchos recuerdos de mi niñez vinieron a mi mente. Escenas familiares, juegos, paseos, diversiones...
En aquel tiempo el clima de mi pueblo natal era fresco, y a mi me parecía sentir la brisa acariciando mi rostro y el olor característico de los pinos en el ambiente de mi habitación. Recordé nuestros paseos por los alrededores tratando de cazar mariposas, recogiendo hojas para disecar y moras silvestres. Nuestro paseo hasta la poza que tenía una pequeña cascada; a mucha gente le gustaba tomar un baño en esas frías aguas. Con mis ojos cerrados, yo estaba viendo con claridad todo el paisaje.
También miré los patios de mi escuela, y a mi jugando con otras niñas en el "gran" patio de la sección de kindergarten. Algunas veces, la maestra nos llevaba al huerto del colegio a recoger fresas frescas...Hmm...deliciosas!
Recuerdo a la maestra de música, Sor María Luisa, una monjita dulce y regordeta, quien tocaba el piano.
¡Ahh! !Dulces recuerdos de mi infancia y adolescencia, pasaban por mi mente como una película! De repente el teléfono sonó y yo desperté de tan dulce sueño, volviendo a la realidad.
Cicerón escribió con razón: "La memoria es el tesorero y guardián de todas las cosas". Ahora entiendo que todos esos tesoros almacenados en la memoria nos pueden ayudar, incluso, a hacer frente a los problemas. Después de esta experiencia mía, que duró más o menos media hora, me di cuenta que había paz en mi mente; la tristeza se había ido.
Dicen que la memoria de una persona registra hasta un cuatrillón de bits de información...¡Impresionante! He leído que nadie sabe con certeza cómo trabaja la memoria, o en qué parte del cerebro, exactamente, están almacenados los recuerdos. No importa cuán misteriosa es la memoria; todos sabemos que no es sólo una máquina de grabación visual. Se trata de olfato, oído, e incluso gusto y tacto.
La memoria puede ser un pasaporte hacia el pasado agradable, porque la mayoría de los expertos coinciden en que las personas recordamos más las situaciones buenas que las malas. Escenas, gente, cosas cobran vida llenas de color, movimiento y sonido, en vez de quedarse estáticas, como en la fotografía. Alguien escribió: "La memoria es el mejor de todos los jardines", no importa la temporada, las semillas están listas para florecer en cualquier momento en que la mente quiera darles vida. Y un escritor británico (cuyo nombre no recuerdo) lo dijo en pocas palabras: "Dios nos dio la memoria para que pudiéramos tener rosas en diciembre".
¿Qué opinas tú al respecto?