MI BLOG

Así como en un jardín hay flores variadas, arbustos o árboles que te cobijan, frescura, quizá una fuente...

En mi jardín encontrarás una diversidad de temas que trataré de presentar en forma atractiva para tu recreación. Te invito a recorrerlo con calma; bebe de la fuente que quieras y quizá encuentres una palabra que te llegue al corazón; un poco de alegría, algo interesante o bonito, o un nuevo conocimiento.

Mi objetivo: compartir, aportar algo positivo, motivación, esperanza a la vida de otros. Y también me gustaría conocer otras personas, de cualquier edad, y sus opiniones y culturas.

Por desconocimiento, tarde he entrado en este mundo cibernético que me atrae. Y la idea de tener mi blog surgió como un entretenimiento en momentos de soledad.

Relájate, disfruta y comparte conmigo. ¡Gracias!


sábado, 20 de junio de 2015

EL AGUA QUE QUERÍA SER FUEGO

"Ya estoy cansada de ser fría y de correr río abajo. Dicen que soy necesaria. Pero yo preferiría ser hermosa, encender entusiasmos, encender el corazón de los enamorados y ser roja y cálida. Dicen que yo purifico lo que toco, pero más fuerza purificadora tiene el fuego. Quisiera ser fuego y llama".


Así pensaba en septiembre el agua de río de la montaña. Y, como quería ser fuego, decidió escribir una carta a Dios para pedir que cambiara su identidad.



"Querido Dios: Tú me hiciste agua. Pero quiero decirte con todo respeto que me he cansado de ser transparente. Prefiero el color rojo para mí. Desearía ser fuego. ¿Puede ser? Tú mismo, Señor, te identificaste con la zarza ardiente y dijiste que habías venido a poner fuego a la tierra. No recuerdo que nunca te compararas con el agua. Por eso, creo que comprenderás mi deseo. No es un simple capricho. Yo necesito este cambio para mi realización personal....".



El agua salía todas las mañanas a su orilla para ver si llegaba la respuesta de Dios. Una tarde pasó una lancha muy blanca y dejó caer al agua un sobre muy rojo.
El agua lo abrió y leyó: "Querida hija: me apresuro a contestar tu carta. Parece que te has cansado de ser agua. Yo lo siento mucho porque no eres una agua cualquiera. Tu abuela fue la que me bautizó en el Jordán, y yo te tenía destinada a caer sobre la cabeza de muchos niños. Tú preparas el camino del fuego. Mi Espíritu no baja a nadie que no haya sido lavado por ti. El agua siempre es primero que el fuego..."



Mientras el agua estaba embobada leyendo la carta, Dios bajó a su lado y la contempló en silencio. El agua se miró a sí misma y vio el rostro de Dios reflejado en ella. Y Dios seguía sonriendo esperando una respuesta.




El agua comprendió que el privilegio de reflejar el rostro de Dios sólo lo tiene el agua limpia.... Suspiró y dijo: "Si, Señor, seguiré siendo agua. Seguiré siendo tu espejo. Gracias".

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Las palabras reflejan la cultura y educación de una persona.
Muchas gracias por sus constructivos comentarios

GRACIAS POR VISITAR MI JARDÍN

GRACIAS POR VISITAR MI JARDÍN