Cuando
yo era una chica de 13-14 años, solía jugar mables con mis hermanos y sus
amigos. En el suelo se dibujaba un pequeño círculo, y allí cada uno ponía un
mable. Luego, por turnos cada uno tiraba otro mable con el dedo pulgar e
índice, tratando de golpear los mables que estaban en el círculo. Si lo
lograba, el mable golpeado era suyo; si
no, su mable quedaría en algún lugar, y otro trataría de golpearlo. Y así
sucesivamente. Al final, el que más mables recogiera era el que ganaba. Por
supuesto, los varones eran más expertos y ganaban casi siempre. Pero yo también
gané algunas veces, y cuando ya no jugué más, guardé mis mables.
Muchos
años después, cuando mi niña tenía 7-8 años yo le mostré los mables y ella
jugaba con ellos poniéndolos sobre un paño de tela, imaginando que eran alumnos
de una escuela y dejaba volar su imaginación. Lo mismo jugué yo con ellos.
Actualmente,
los mables que han quedado se los he prestado a mi nieta y ella también juega
con ellos sobre un tablero de damas chinas, imaginando que son niños en la
escuela. ¡Qué cosas, no?!
¿Recuerda
alguno de ustedes haber jugado con mables?
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Las palabras reflejan la cultura y educación de una persona.
Muchas gracias por sus constructivos comentarios