LA IMPORTANCIA DE UN ABRAZO

Si le preguntáramos a alguien para qué sirve abrazar, seguramente contestaría que para demostrar afecto, cariño y amor a la persona que recibe el abrazo… Aparte de eso, a lo mejor muchos no sepan qué decir.

Estudios han demostrado los siguientes Beneficios de un abrazo:

 •Se disminuyen los niveles de estrés.

 •Experimentamos seguridad y protección.

 •Se trasmite buena energía a través del tacto.

 •Nuestro estado anímico se nivela en su punto más satisfactorio.

 •Se regula nuestra presión arterial.

 •Mejoramos nuestra memoria.

Al abrazar, se libera la hormona llamada Oxitocina, relacionada con el placer y las relaciones emocionales. ¡Pero ojo! Esta hormona sólo se libera si estamos abrazando a alguien que nos agrade, que realmente queramos o amemos.

Por el contrario, si el contacto se produce con personas que nos desagradan, y por las cuales no sentimos ningún tipo de afecto, nuestro cuerpo reacciona con los síntomas contrarios a los que nombramos como beneficios.

El abrazo es la primera manifestación de amor que todos los seres humanos sentimos. Al nacer, somos acariciados y amamantados en los brazos de nuestra madre, por medio de un abrazo. Nuestro padre nos estrecha entre sus brazos.  

Entonces, al producirse este contacto desde recién nacidos, el abrazo es un acto que queda guardado en nuestro subconsciente como una demostración de afecto, cariño y protección.  Es una necesidad sentirse abrazado por un ser querido.

Ahora sabiendo esto, quiero que pienses por un momento, ¿A cuántas personas abrazas al día, que sean de tu agrado?  ¿Abrazas a tus hijos, aunque sean ya grandes? ¿A tu esposo(a)? ¿A tus padres, abuelos, nietos, amigos, parientes queridos?

Hay personas que expresan que no son muy afectivas o que no tienen facilidad para expresarse de esa manera, pero habrá que hacer un esfuerzo.  En todas las edades el abrazo es importante, y quizá en las personas mayores lo sea más:  se sienten protegidos, amados, tomados en cuenta. Y terapéuticamente, hasta pueden sentir alivio en sus dolores y mejoría en su salud, ya que en el acto del abrazo no solamente actúa la oxitocina, sino que también se activa en el cerebro la liberación de serotonina y dopamina, gracias a que experimentamos una agradable sensación de bienestar, armonía y plenitud en el momento del abrazo. El contacto físico del abrazo llena de energía tanto al que abraza como al que recibe el abrazo.

 

La falta de abrazos termina tornándose en carencia afectiva, y se refleja en otras áreas de manera negativa, como por ejemplo:  ansiedad, carencia de amor, de seguridad en su interior, de estímulo. Y esto puede conducir a conductas inadecuadas.

Se dice que debemos dar por lo menos cinco abrazos al día. ¿A quién abrazaremos hoy?