¡MIREN ESTA LINDA IMAGEN!
“Él
te cubrirá con sus plumas,
y
bajo Sus alas encontrarás refugio;
Su
fidelidad será tu escudo y muralla.”
(Salmo
91, 4)
“Bajo sus alas”… ¡Qué expresión tan
maravillosa! Una excelente comparación entre el AVE, que bajo sus alas protege
a sus polluelos, y DIOS, que hace lo mismo con sus hijos.
Dios
está siempre pendiente de sus hijos y actúa justo en el preciso momento. Cuando
yo recibí ese mensaje me encontraba en un momento en que necesitaba escuchar
esas palabras.
Hay
días en que te sientes desanimado, descorazonado, por alguna situación difícil
que estás pasando. Sabes que no puedes hacer más por ti mismo, te sientes como
impotente, desprotegido, inseguro, con temor… Y quizá sientes la necesidad de
que alguien te ayude, te conforte, te consuele; necesidad de sentirte protegido por alguien que te haga sentir seguro. Pero a tu alrededor, todos están
ocupados y no reparan en tu necesidad.
Es
entonces (porque se nos olvida) que debemos mirar hacia arriba, hacia el Cielo,
en busca de esa ayuda. Esa palabra de Dios fue oportuna para mí.
Como
los polluelos, también las personas necesitan sentirse cobijadas, protegidas;
necesitan esa sensación de seguridad en sus vidas. Muchas veces la gente se
siente traicionada, o enferma; los médicos ordenan pruebas y quizá los resultados
no son tan buenos. O la persona ha llegado a la vejez y se siente sola. O se
afronta decepción tras decepción en la vida, y eso va afectando nuestra
seguridad.
Para
cualquier persona que esté buscando esa sensación de seguridad, el salmista le
da una palabra de consuelo. Dios es nuestro refugio y fortaleza; Él es nuestro
protector. “Él te cubrirá con sus plumas y bajo sus alas tú encontrarás
refugio”.
¡NO LO OLVIDES!
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